"Que María, Reina de la Paz, consuele al pueblo ucraniano y obtenga para los líderes de las naciones la fuerza de voluntad para encontrar inmediatamente iniciativas eficaces que conduzcan al fin de la guerra", planteó el pontífice desde la sureña ciudad italiana de Matera, donde participó del cierre del Congreso Eucarístico del país.